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Hay veces en las que no es necesario recorrer cientos de kilómetros para encontrar un lugar ideal en el que realizar un reportaje. Ocurre a menudo que tenemos a nuestro alrededor sitios increíbles y no nos damos cuenta. La provincia de Granada está llena de rincones maravillosos y uno de ellos es la Sierra Parapanda, situada en Íllora, el pueblo donde se encuentra nuestro estudio.
Esta elevación de piedra caliza cuenta con unos contrastes muy llamativos entre vegetación y suelos rocosos. Sumado a los restos de una cantera y a sus increíbles vistas hacia toda la Vega y Sierra Nevada, la Sierra Parapanda se convierte en el telón perfecto para realizar unas fotografías de preboda de ensueño.
Todo cobra sentido cuando a este extraordinario paraje le añadimos unos modelos tan buenos como Rubén y Sandra. Ellos son una pareja rebosante de complicidad y cariño. Además, les une algo más que su amor. Valeria es su hija, una niña de una gran ternura y que disfrutó de una tarde estupenda buscando con la mirada liebres y tortugas, imaginando todo lo que se escondía en las rocas de la sierra y persiguiendo cualquier animalillo que encontrábamos en los senderos.
De esta bonita combinación, solo podía salir un precioso resultado. Sus sonrisas, el atardecer, los tonos rojizos del monte, la mantita de Valeria, el suelo pedregoso, los contraluces, sus manos entrelazadas, y sobre todo, el reflejo de una familia que se quiere.
